domingo, 27 de noviembre de 2011

Hacerlo ya




Por fin. Después de muchos años planteándomelo.

No se por qué raparme el pelo era algo que me venía rondando la cabeza desde hace tantos años, ni tampoco por qué me hacía tanta ilusión. Tampoco sé, que es lo que me ha impedido hacerlo durante todo este tiempo. No era exactamente miedo, creo que ha sido mi madre (a pesar de que cuando le dije que lo haría, me pidió con voz de pena que me siguiese cortando sólo mi media cabeza...) la que me ha enseñado que el pelo crece, quizás el tiempo y la experiencia también hayan ayudado, pero, a la vez, no podría encontrar una palabra que definiese mejor la sensación que me inundaba cada vez que, por algún motivo, volvía a pensarlo.

Pero esta vez fue distinto. Hasta ahora nunca había tenido un motivo contundente para hacerlo. Sé que no hacen falta más motivos para hacer algo que te apetece que sencillamente ese, que te apetezca, pero, podría decir entonces que nunca me había apetecido lo suficiente.



Cuando Cristian, el director del grupo de teatro dijo sutilmente (yo diría que incluso con una mirada de reojo, pero quizás esto fue fruto de mi mente suspicaz...) que había pensado que alguien podría cortarse el pelo para unas fotos, me faltaron milésimas de segundo para saltar de la silla. Yo. Yo me cortaría el pelo. No había razón mejor que esa.
Pasé unos días, largos, de dudas. Pero a medida que empecé a decirlo en voz alta, la idea fue cogiendo cada vez más cuerpo, más fuerza, mucho más sentido. Hasta que, llegado un día, no había vuelta atrás. Aún no lo había hecho, pero sentía que, a partir de ahí, si no lo hacía, iba a decepcionarme a mí misma.



Hoy, llegado el día, en medio de las tan esperadas "colonias de teatro", me he sentado en una silla en medio de un corro de unas veinte personas, que esperaban con morbo ver como me convertía en la "noieta rapada de Nevers", iluminada por un foco cegador, que no me dejaba distinguir si ese calor lo producía él o mis nervios, enfocada por una cámara de fotos (o una profesional y varias "cotillas") y bajo unas manos cargadas con unas grandes tijeras de cocina. Y así, he ido viendo como mechones y mechones de pelo caían repetidas veces sobre mis piernas, sobre mis hombros, hacia el suelo. Y después, máquina de cortar en mano para acabar con una cabeza al #12. Y feliz :)






 

   


Pocas personas podrán pasar por una experiencia como ésta. Y además, tenerlo fotografiado y grabado desde tantos ángulos, para que cuando el pelo crezca, a parte del recuerdo, siempre queden "les fotografies, les reconstitucions, a manca d'altra cosa".

Muchas gracias Cristian. muchas gracias Montse, muchas gracias "La Piscifatoria" por vivir conmigo un momento tan especial para mí como éste :D

jueves, 24 de noviembre de 2011

Repetir





Ritual del "Happy Wednesday".


Si es que ya dicen que el Hombre (y el hombre) es animal de costumbres. A mi las rutinas me encantan (después me canso de la monotonía y quiero cambiar, pero eso en algún próximo capítulo) y más cuando son para bien. Con "para bien" no me refiero a ser responsable, ordenado y metódico (aptitudes y actitudes que suele ir unidas a un buen cumplimiento de la rutina) sino el verdadero "para bien", el de disfrutar, el de pasarlo bien, el que aporta alegría.

Así que para celebrar mi ya famoso Happy Wednesday (y no es que haya nada que celebrar, es que el propio miércoles es siempre día de celebración. Y con esto ya llevaríamos dos posts seguidos de celebraciones...) si no cae una ronda de cervezas con charla amena, ¡cae obra de teatro! Y ya van dos en el último mes :)

Hemos ido al Club Capitol a ver "The guarry men show", una obra políticamente incorrecta, divertida, con toques de humor basados en el "caca, culo, pedo pis" pero de dos rombos, en la que el pudor es una palabra que no existe y que no recomiendo si tienes un fuerte sentido de la vergüenza ajena. Lo mejor, la especie de musical que monta el "coro griego al estilo Chicago", lo peor, el miedo que he pasado mientras nos apuntaban con una pistola y me empezaba a plantear si aún seguía siendo teatro.

Con esta obra se apuesta, según llaman ellos, por la "entrada inversa", en la que "entras gratis" y sales pagando lo que tu crees que se merece la obra que acabas de ver (o en su defecto, si eres estudiante, lo que te puedas permitir). Desde mi punto de vista, como espectador, es una forma más asequible de disfrutar del teatro y también mucho más justa. 








Para ponerle la guinda al pastel de hoy, ya tenemos los papeles de nuestra próxima obra distribuidos. Ahora es el momento de empezar a prepararla individualmente para ser capaces cuanto antes de empezar a  ponerla en conjunto. Para eso, como buen empujón inicial, este fin de semana nos reunimos en las "primeras colonias de teatro" de este curso. Dos días de convivencia, desinhibición, familiaridad y diversión asegurada (que porno-sectario ha quedado esta última frase)

Así que, por el simple hecho de ser miércoles y por todo lo que conlleva, hoy una gran "Happy Wednesday Smile" :) 

sábado, 19 de noviembre de 2011

Salir - BNO





De fiesta. De la rutina.

El momento feliz de hoy es motivo de celebración. O quizás la celebración es el motivo.

Bloggers Night Out es una fiesta para bloggers y seguidores (¡toma! yo soy de los dos) que se celebra en Barcelona el próximo jueves 24 de noviembre en el  Eclipse Sky Bar, en la planta 26 de Hotel W.



Desde que lo descubrí (aquí) he estado dándole vueltas al coco. "Contra y pro, sí y no, lo que al mundo da sabor" (esto es una canción de Merlín el encantador, antes de que os rompáis la cabeza intentado descubrir porqué os suena). Hasta que alguien me dijo, ¿cuantas oportunidades vas a tener como ésta? Ninguna. Pues, ¿a qué esperas? Y decidí que sí, que me apetecía ir, conocer a otra gente de este mundillo en el que estoy metida de cabeza desde hace sólo casi dos meses, pasar una noche diferente.

Hoy, recibí la respuesta de Nona (Aiketa dentro de este mundo), buscadora de felicidad en "1 any en 365 fotos", culpables (los dos, ella y su blog) de que yo esté dándoos la vara por aquí cada 3 ó 4 días (y ellos sin saberlo, los pobres). ¡Vamos juntas! :)


Así que, próximo jueves... ¡Bloggers Nigt Out en Barcelona! ¿Quién se apunta?

jueves, 17 de noviembre de 2011

Descansar





Mentalmente hablando.

Hoy no hay siesta. Decidido, cuando tengo cosas que hacer me sientan mal. Me cuesta despertarme y ponerme en marcha. Me aturden el cerebro.

En medio de una semana frenética. Ni siquiera ha habido "Happy wednesday". Demasiado ajetreada, demasiadas cosas en esta cabecita loca, responsabilidades por delante, examen, academia, votar, ¿algo más?

Así que, a cambio de la siesta, me he dado unos minutos de descanso físicopsíquicoemocional en mi hamaca. Sí. Tengo la suerte de tener una hamaca colgante en una terraza cerrada en la que casi no hace frío. Desde aquí, se ve el Tibidabo, imponente, las nubes grises que están volviendo a cubrir Barcelona se mueven a su merced, haciendo dibujos, campando a sus anchas por el cielo, tomándose su tiempo, buscando su sitio. Se oyen los coches pasar, pero no es un ruido molesto, es casi armónico. Me hago un ovillito abrazando mi té preferido (gracias Jessi, si alguna vez lees esto, por hacerme descubrir que el te chai es el mejor del mundo), la taza me calienta las manos y el punto donde está apoyada en mi barriga. No cierro los ojos. No me duermo, pero no pienso. Aplico mis pobres conocimientos de yoga y cuando mi cabeza intenta pensar, siento la respiración, el aire entrando por la nariz y llegando a los pulmones y así, de nuevo, me olvido de pensar.

Y al despertar de este sueño no onírico, me doy cuenta de que éste, a falta de otros, ha sido y va a ser mi momento feliz de hoy y me dispongo a escribirlo, porque éste es mi sitio de los momentos felices del día :)

lunes, 14 de noviembre de 2011

Hacer propósito de enmienda





Aún sabiendo que volveré a caer. No volveré a dejar 
trabajo atrasado.

 


Hoy vuelve a ser lunes. Sí, mido la intensidad, felicidad y las expectativas puestas según el día de la semana que sea. Y si me decís que vosotros no, no me lo creo. Pero últimamente los lunes, que hasta ahora eran un día sin más, deprimentes a veces, sí, pero insulsos, sin emoción, ¡se me están volviendo rebeldes! Según la revista "Muy interesante" el peor día de la semana es el martes, pero yo discrepo. 
Sobre todo cuando vienes de pasar cinco intensos días de "kit-kat" absoluto de la vida real con tu pareja.
A parte de mi nuevo apartado de los miércoles, voy a tener que coger la iniciativa de la Sala Apolo y crear un "Nasty Mondays para arreglar".




Como se va intuyendo, el día no empezó nada bien. Tenía que ir al banco a hacer un ingreso del viaje de final de carrera (inciso, a ver si va a ser el viaje lo que le da vidilla a mis lunes..., sigo) pero al llegar, mi número de cuenta tenía 21 números. Podría haber optado por quitarle un número al azar y probar suerte...pero seguro que las posibilidades de pérdida eran bastante mayores, así que no lo hice. Escogí la opción correcta, que suele ser la que más pereza da y más de mal humor te pone, y volví a casa a comprobarlo. El problema era fácilmente solucionable, sí, pero llegué tarde a prácticas. Justo el lunes, el día que el médico piensa que llegas tarde porque aún te dura la resaca...
¡Bah! Al final la mañana fue bastante bien, si eludimos la parte en la que mis pacientes, que tienen depresión, se pasan la mañana llorando y yo tengo que forzar mi mejor sonrisita de "venga mujer, arriba! arriba!"
No estaba yo para tirar cohetes, pero salí de allí soñando con la siesta que me iba a echar después de comer, hasta que me despertó de sopetón la lluvia...y esta vez no llevaba paraguas. Así que agaché la cabeza y caminé lo más rápido que pude, sin correr, hasta casa y al llegar...¡los ascensores no van! ¡Y vivo en un séptimo! En serio, ¿pero qué le pasa a este maldito lunes? Y entonces fue cuando vi, que era el momento de aplicar el "siempre hay una parte positiva" y el "tú arreglas este día como que te llamas Patri"

Así que después de decirme que mañana tendré el culo más duro que ayer, gracias a esos maravillosos siete pisos de escaleras, me decidí a solucionar este oscuro lunes y me apliqué un "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Que cuando lo acabas da una sensación de autosatisfacción que no puedes con ella :)

Pues eso, que cogí un trabajo de Gestión hospitalaria que tenía pendiente sobre "los recortes de sanidad" y me puse a escribir sobre economía como si supiera. Eso también es divertido, probadlo. Sin levantarme hasta acabar.

En algún momento, como estaba parca en palabras y me hacía falta imaginación, recurrí al proyecto de una amiga. Es una Escuela de Competencias (que os invito a visitar, pinchando el enlace), entre ellas la creatividad e innovación, así que pensé que me podría ayudar. Después de echarle un vistazo, vi que no podría ayudarme con mi trabajo de gestión, a eso tendría que enfrentarme yo solita, pero  sí que es un proyecto muy pero que muy interesante, basado en el desarrollo de competencias útiles. Sobre todo ahora que el mundo laboral está como está.

En fin, que ahora estoy por las nubes, que ese trabajo me estaba ya pesando mucho a las espaldas, cada vez más, y encima se me acababa el tiempo. Y además, le he dado una nueva utilidad a mi escritorio, para pasar a ser lugar de estudio en vez de trastero :)

Y con esto y un bizcocho... ¡Feliz Nasty Monday! (otro día, ya si eso, que rime...) :D

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Madrugar.



Con alegría.

Ya lo sé, madrugar no es el gran hobby de la mayoría. No suele ser el mío tampoco pero es que...ya vuelve a estar aquí el "¡Happy wednesday!"
Hoy es además, miércoles especial. Empieza mi estancia en psiquiatría. ¡¿cómo?! Sí, todos sabíamos que me hacía falta desde hace un tiempo y bueno...¡Que no! ¡De prácticas! De las que, por cierto, tengo muchas ganas... Así que me toca madrugar, algo que no hacía por rutina desde hace bastante tiempo. Pelearme con el despertador, decidir qué me pongo, hacerme mi tecito caliente, quemarme la lengua por impaciente, desayunar viendo las noticias y, ahora también, que ¡haya alguien más despierto! Eso se agradece, ver que no eres la única pringada...

A parte de todo esto, hoy, para rematar mi "happy wednesday", ¡viene Pablo! Si es que, de verdad, tendrían que cambiar el viernes por el miércoles como nuevo día oficial del "¡por fin es...!"

                   

Así que me espera un fin de semana movidito, ¡pero qué ganas!

Gente madrugadora, y no, ¡Feliz miércoles a todos! :)

lunes, 7 de noviembre de 2011

In crescendo




El ritmo. Del día.

Y es que después del día "pian piano" de ayer, el de hoy no pintaba mucho mejor.

Debo darle las gracias y otorgarle el premio al "mejor aguafiestas del fin de semana" a mi gran resfriado otoñal. A él debo agradecerle también mi cara de lerda (boca semiabierta y mirada de perro pachón), mi nariz de pimiento morrón y mi voz gangosa. Así que esta mañana, ésta era mi situación. Se me planteaba por delante un día poco interesante, cuya mayor emoción iba a ser la caja de antihistamínicos que iba a estrenar.
Me propuse intentar mejorar el día y decidí estrenar ropa (creo que fue ahí cuando pulsé, sin querer, el botón grande y rojo de "¡warning! día emocionante a la vista"), camisa vaquera nueva y cinturón nuevo "estilo western", fruto del fin de semana de compras con mamá.
Todo empezó a animarse justo después de vestirme, me avisaron de que ya estaban las notas del examen que hice hace dos semanas. ¡Crisis! Después de un año de Erasmus en Italia donde te decían las notas al momento, ya no me acordaba de los nervios, el mal cuerpo y el temblor de manos que me entra cada vez que tengo que mirar una nota por internet. Busca la página, pon la contraseña, espera (mis ordenadores nunca han sido muy rápidos...), busca el archivo, búscate a ti y...¡sorpresa! Aprobado. ¡uf! ¡gracias! Primera emoción del día. Con sonrisa y todo. Y eso que es difícil reír y sorber mocos a la vez...
Al menos salí de casa más animada, dirección a la biblioteca (destino al que no llegué), con la intención de adelantar algo de trabajo que tenía (y sigo teniendo...)  pendiente. Mientras intentaba solventar unos problemillas de unos asuntos del viaje de fin de carrera (sí, otro amasijo de preocupaciones más) pasó un amigo corriendo, con la mano en la cabeza y la cara ensangrentada. ¡¿Eh?!
Sí. Y a partir de aquí es cuando el título del post de hoy cambia a: Crónicas de urgencias.
Se había dado un buen golpe en la cabeza  y todos sabemos que la sangre es muy escandalosa y que tras limpiarla todo parecía menos impresionante, pero era posible que necesitase puntos. Así que, los dos a urgencias, con la bata blanca puesta para que nos atendiesen antes. Parecía que funcionaba. En todos los papeles ponía: paciente "de la casa", incluso remarcado con fluorescente amarillo. "De la casa". ¡¡¿¿De la casa??!! Ala. Pues ya podemos aplicar el refranero español. "En casa del herrero..." o "Donde hay confianza..." ¡Casi cuatro horas para 2 miseras grapas! Eso sí, las horas en urgencias, si tienes paciencia (he aquí el significado de "paciente") pueden ser muy divertidas. A las viejas les encanta quejarse y gritar "enfermeraaaaa, me hago pipí", "enfermeraaaa llevo aquí ya dos horas y estoy operada tres veces de corazón", pero la palma se la llevan si el del box de tu lado grita: "enfermeraaaaa, es pescado! pescado!" Y ante esto, saquen sus propias conclusiones.

                         
Foto gore no apta para aprehensivos.
  

Pues sí, al final, día completito donde los haya. Las apariencias engañan, así que coged con ganas cualquier día, por malo que parezca al principio, porque siempre está a tiempo de dar un giro de 180º. 

Eso sí, mi cara de peggy sigue aquí y mis pañuelos parecen de alambre de espino, pero si tengo suerte, aún puedo dar pena y que alguno de mis compañeros me haga la cena :P

jueves, 3 de noviembre de 2011

Espectar



En este caso, de ser espectador, no de estar expectante. Cuya diferencia entre etimologías he buscado y no encuentro resolución.

Y es que hoy... tataratatatarata (esto son redobles...) ¡¡tchán!! ¡vuelve a ser miércoles! Lo sé, lo sé, renuevo de miércoles en miércoles, pero ¿qué le voy a hacer? sería ya mucho repetir si volviese a decir que es el mejor día de la semana. Me estoy planteando una nueva sección del blog y llamarla "Happy wednesday" :)

Hoy ha sido un día un tanto especial. dado que ha caído en mis manos una gran responsabilidad. Ir a dar una charla sobre trasplantes. ¿¡Yo!? Sí, yo. Yo que hasta hace poco (y aún hoy) ¡suelo ser la que las recibo! Yo, que no soy nadie. Yo, he dado una charla y lo que es peor: he contestado a las preguntas que surgieran al finalizar. ¿Es que el mundo se ha vuelto loco o qué? ¿En qué momento he dejado de ser oyente para ser ponente? ¿En qué momento he crecido? ¿No se suponía que aún estaba en proceso? En fin, cosas sobres las que reflexionar, un día más.

Pero lo mejor del miércoles (sí, lo he vuelto a repetir, mira, miércoles, miércoles, miércoles, ¡miércoles!) ha sido rematar el día con teatro. No con mi teatro, no, sino con el teatro de otros. Hemos ido a ver "Amor, sexo y otras pamplinas con las que se entretiene el ser humano" en el Café Teatre "El Llantiol". Según su propia descripción "un cabaret erótico-cómico para una actriz y un pianista". Según la mía, un espectáculo completo: música en directo, voz en directo, semi-baile cómico, una gran actuación y una manera bonita y graciosa de reflexionar sobre el amor. El enamoramiento, las rupturas, cómo superarlo y cómo, sin remedio, volver a caer. Sin duda muy recomendada para los que tengáis ganas de risas y la oportunidad de acercaros un miércoles a este pequeño y acogedor teatro de el raval. No apto para gente en medio de una ruptura sentimental. Más que requeteapto para una buena noche "de chicas", si puede ser, acompañada de un par de botellas de vino ;)

Hoy, más que feliz porque la vida con un poco de teatro es ¡MÁS DIVERTIDA! :)